05 noviembre 2009

Dudar





Dudar es una de las cosas que nos hacen humanos.


… Y, pese a ello, por naturaleza, lo que buscamos es dejar de dudar.





12 comentarios:

Rita Blanco dijo...

No sé que te diga, eh. Soy la duda personificada y se pasa muy mal.

Saludos
Sofi

--- dijo...

Es lógico, la Humanidad siempre ha nadado a contra corriente... se aleja de su humanización, y a su vez de su estado Natural, la de hombres y mujeres naturales... Buscamos, exigimos la perfección en un mundo imperfecto.

Gracias por pasar a visitarme, por tu comentario.

Un abrazo.

Manuel dijo...

Sofi, dicen que dudar es de sabios.
Pero se pasa mal, eso es cierto.

Manuel dijo...

Margot, la impresión que tengo es más bien la de que buscamos seguridad. En el fondo hace falta coraje para osar dudar. Por eso, entre otras razones, es a veces tan tentador autoengañarse.

... En cuanto a la palabra perfección, lo que opino sobre eso, creo que mejor lo dejo para una entrada del blog en un día de lluvia y nostalgias, pues es algo que duele recordar.

Anónimo dijo...

Parece una contradicción pero también creo que es valeroso dudar aunque pierdas cierta seguridad. ¿Pero que hay seguro en esta vida?
Que yo sepa solo dos cosas certeras: una es que moriremos y la otra que no sabemos cuando. Así la única seguridad es que tendremos inseguridad de por vida.
¿O no? Vaya ya ando dudando... jeje

Lo importante es seguir adelante con tus dudas, tus miedos y atreverse a equivocarse... así aprendemos a caminar, a hablar, amar...

Como me enrollo, diculpa, jeje
Gracias por pasarte por mi rincón y por el comentario.

Un abrazo!

José Antonio dijo...

Dudar hay que dudar, pero permanecer en la duda permanentemente no es bueno ni aconsejable.

Una oí decir a un buen amigo la siguiente fábula:
Un burro estaba en el establo y tenía frente a sí dos montones de paja para comer. Empezó a pensar de cuál de las dos comería primero y... se murió de hambre.

Un abrazo, manuel.

Manuel dijo...

Hola Vanetai.

Voy por partes:

. La fe nos envalentona y dudar nos quita el valor que ella nos da, por eso puede parecer contradictorio dudar y tener valor; eso no significa que lo sea, las apariencias a veces engañan, la verdad, al menos en mi opinión, es que es necesario tener mucho valor para osar dudar.

.Cosas certeras yo solo conozco dos y no son ni siquiera esas. La verdad es que lo certero cuando trato de agarrarlo se me escapa entre los dedos.

.Atreverse a equivocarse es esencial. Es fácil convertir nuestros errores en nuestros mejores maestros, solo hace falta humildad y a la vez coraje para ello. Eso nos ayuda a descubrir que es lo que somos, que es el mundo, los demás, la vida. Y todo ello, ademas, nos ayuda a no cometer una y otra vez el mismo error y otros similares.

. No te has enrollado, pero si lo hubieras hecho me habría encantado. Por lo tanto en vez de disculparte te lo agradezco :-).

.Soy yo el que debe estar agradecido. Hasta dar con tu blog pensaba que seguramente nadie aprovechaba las artes marciales del modo en que lo haces, fue una grata sorpresa descubrir que estaba en un error. Encima gracias a ello di con José Antonio y Margot. La verdad es que ese día fui muy afortunado.

.

Manuel dijo...

José Antonio, desde niño no habían vuelto a contarme la historia del burro y los dos montones equidistantes de paja. Me parece muy oportuno. Pero creo que fue el dejarse paralizar por la duda y no realmente la duda lo que mato al burro. Me parece esencial aceptar la duda, por diversos motivos, pero por supuesto admito que un samurai cuando ve como una katana se abate verticalmente sobre su cabeza no puede permitirse el lujo de parar a preguntarse si es mejor detener el golpe con su propia katana o con la wakizashi.

Si es cierto que en la vida bien poco es lo que hay seguro entonces la vida es un permanente apostar.

Si se espera a salir de la duda para actuar, si lo que se busca es la seguridad, la certeza, entonces el burro morirá de hambre y la katana matara al samurai.

Pienso que dudar nos enfrenta con nuestras propios limites, y eso asusta. Al dudar nos sentimos en peligro. Pero no es valiente aquel que carece de miedos, eso solo sería ignorancia. Valiente es el que pese a tener miedo da un paso al frente y se encara con la vida, y aceptandola hace lo que tenga que hacer. Y, si le sale bien estupendo y si le sale mal pues, bueno, fue bonito mientras duro. Al fin y al cabo el miedo y la duda debieran ser siempre consejeros y nunca amos.

O, eso es lo que pienso.

ΣAnx_ dijo...

Yo no veo nada noble a la duda tampoco. Es otra forma de pararse y expresión de nuestra propia impotencia pedante, transida y declarada. Que casi siempre sea un poco mejor algo de duda que entregarse necesariamente a una imperfección no indica nada esencial a favor de una dilación sino el perjuicio de permitirse enmarañarse sin haber encontrado mejor compromiso que una errada decisión no cierta. Si la conciencia duda es hora de un trago de agua.

Manuel dijo...

Anx, que me conste voy a ser cuando menos la cuarta persona en decirte que no se entiende lo que escribes. Tarde ya no sé cuanto en dar descifrado lo que me comentas y a Patricia y Nes hizo falta, literalmente, que se lo tradujera.

En caso de que eso sea lo que quieres no hay problema, eres libre de comentar aquí como te plazca, pero comprende que puede haber otra gente a la que no le guste eso.

Y, sobre la duda solo decir que estoy de acuerdo en que es tontería
dejar que la duda nos paralice pero no en que se pueda deducir de ello que no hay en la duda nada noble.

ΣAnx_ dijo...

Siento que lo percibas así. Seguramente no es tan sencillo acoplar diplomacia y pensamiento incorrecto y es culpa mía. Sigo pensando que la duda es una actitud defensiva, una especie de resentimiento del intelecto. Se empieza por algo.

Un saludo.

Manuel dijo...

Anx...

O.K. comprendido, pero desde luego no me parece fácil que conseguir del lenguaje lo que buscas, salvo quizás si lo aliñas con humor. O, eso me parece, de todas formas, por supuesto, no hay problema.

Y, de la duda...

Puede usarse del modo que dices pero eso es "un uso" y no su naturaleza.