31 diciembre 2010

La humanidad, toda, es geminis

Hace muchos años, tantos que ya no recuerdo bien si fue una tarde, una mañana o una noche...

Ella estaba sentada, junto con unos amigos en torno a una mesa. En aquella cafetería también, en esos momentos, estaba yo; sentado, en otra mesa no muy lejana a la suya.

Ella ese día estaba feliz, radiante de alegría e ilusión.

Hablaba.

Hasta mi llegaron algunas de sus palabras, otras no pero si las suficientes esa vez como para poder comprender lo que decía.

Da la casualidad de que ella es géminis. Por eso decía lo que estaba diciendo de la forma en que lo decía.

Según ella...

Como géminis no podía evitar que su personalidad tuviera dos caras. "La gemilita buena y la gemilita mala", las llamo.



Decía ella que si hasta esos momentos su vida la había venido rigiendo la gemilita mala, a partir de ya iba ser la la gemilita buena la que llevara las riendas.

Yo creí entender de que hablaba. Ha hecho en su vida cosas que nunca se debieron hacer y dejado de hacer otras que jamás se debieron dejar de hacer. Pero no voy contar su historia pues no me pertenece y quizá, en realidad, ni la conozca. Quizá yo este equivocado y no ha hecho lo que yo creo que ha hecho ni dejado de hacer lo que me parece que no ha hecho. Ojalá que yo este equivocado.

Pero...

Me equivoque yo o no, hay algo en lo que ella estaba equivocada aquel día. No existe ninguna gemilita mala.

Siempre me ha dejado perplejo la gente que cree que los defectos son defectos y virtudes las virtudes.

No creo en los defectos; no creo en las virtudes. Creo solo en las capacidades; a veces las tenemos y a veces no pero siempre es bueno que las tengamos. A veces las sabemos usar, otras no; y, eso es todo.

Pero las capacidades siempre son buenas. Al igual que lo es la fuerza en vez de la debilidad. El problema real es cuando no sabemos usar nuestras fuerzas y capacidades. Y, eso nos pasa a todos y no solo a los geminis. Que yo soy leo, por ejemplo, pero puedo dar fe de que eso también me ocurre y hasta el día de hoy no he conocido ser humano alguno al que no le pase.

Por malas experiencias pasadas, que me han dejado marcas en el alma, yo no voy un día como ese a levantarme de mi mesa y acercarme a la suya y decir "hola, veras, en realidad y a mi parecer lo que has dicho no es del todo acertado pues... bla, bla, bla y requetebla"

No, que va, yo no haré eso. De hecho no lo hice. Pero siempre me ha quedado la amargura de no haber osado levantarme, acercarme a ella y sus amigos y decirle...

Lo que no ose decir.

Qué no hay nada malo en ella. Qué esos dos aspectos de su personalidad son buenos y positivos. Qué sucede simplemente que aún no ha aprendido a usarlos. Que al igual que una virtud es una capacidad humana bien usada en el momento y lugar oportunos, son los defectos lo mismo, esas mismas capacidades pero simplemente usadas en un momento y lugar inoportunos. Pero en ambos casos las capacidades son las mismas, en un caso actuando de modo virtuoso en otro defectuoso. Pero siempre las mismas.

Yo y su gemelita mala, que conste nos llevamos fatal. Pero eso no significa que sea mala ni yo bueno. Es solo que cuando la gemelita buena más debe brillar con frecuencia se asusta y entonces viene corriendo la gemelita que no parece buena a reemplazar a la que tanto se asusto. Pero en realidad la gemelita mala esta más asustada que la buena y dado que a veces el miedo es muy mal consejero va ella y la lía parda.

En realidad, sospecho, lo único que la gemelita mala intenta es proteger a la buena. Lo que sucede es que aún no lo sabe hacer bien, mejor dicho lo hace fatal y al final me la acabo cruzando, por azar, en la calle; me la encuentro cabizbaja, herida y asustada.

...Y entonces, yo me alejo; asustado, herido, cabizbajo.

Asustado por si la herí o la hiero. Herido pues herido estoy. Cabizbajo por ser así como vivimos los vencidos.

3 comentarios:

Aizagora dijo...

Feliz Año :)

Manuel dijo...

Feliz no sé si lo va ser; pero al menos lo intentaremos (eso seguro)

:)

Aizagora dijo...

Eso intentamos todos jeje